Nuestro cerebro es como un músculo, y una pérdida auditiva que no se trata a tiempo produce un cambio en el centro de la audición en el cerebro, lo que dificulta la comprensión del lenguaje, y por ende un deterioro cognitivo.
Nuestro cerebro es como un músculo, y una pérdida auditiva que no se trata a tiempo produce un cambio en el centro de la audición en el cerebro, lo que dificulta la comprensión del lenguaje, y por ende un deterioro cognitivo.